Casi el 70% de la población mayor de 18 años considera insegura su ciudad.

Octubre 21 de 2020
Ciudad de México.- El 67.8% de la población de 18 años y más considera que vivir en su ciudad es inseguro, reveló la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana realizada por el INEGI en la primera quincena de septiembre de 2020. La percepción de inseguridad siguió siendo mayor en el caso de las mujeres con 72.7%, mientras que para los hombres fue de 62.0 por ciento.
Las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Ecatepec de Morelos (92.8), Fresnillo (91.8), Coatzacoalcos (91.1), Villahermosa, (90.4), Toluca (88.9) y Naucalpan de Juárez, (88%)
Las ciudades con menor percepción de inseguridad fueron: San Pedro Garza García (16.6), La Paz (21.8), Mérida (22.5), Los Cabos (26.9), Cuajimalpa (29.1) y Saltillo (30.1%).
En las tres ciudades de Tamaulipas, incluidas en la encuesta hay diferencia significativa en los niveles de percepción de inseguridad. Entre marzo y septiembre del 2020, en Tampico el porcentaje de población que se siente insegura bajo del 42.6 al 40.3. Aunque en Reynosa el porcentaje es alto, entre marzo y septiembre bajo del 82.8 al 79. En el caso de Nuevo Laredo, el porcentaje de población que se siente insegura bajo del 75.8 al 63.5
Los resultados de la encuesta del Inegi revelan que, durante el tercer trimestre de 2020, el porcentaje de la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda fue: consumo de alcohol en las calles (61.3%), robos o asaltos (57.1%), vandalismo en las viviendas o negocios (45.2%), venta o consumo de drogas (39.7%), disparos frecuentes con armas (39.6%), bandas violentas o pandillerismo (29.3%), tomas irregulares de luz (diablitos) (14.9%) y robo o venta ilegal de gasolina o diésel (huachicol) (3.7 por ciento).
61.8% de la población de 18 años y más, residente en las ciudades objeto de estudio, manifestó que durante el tercer trimestre de 2020 modificó sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito” por temor a sufrir algún delito; mientras que 51.9% reconoció haber cambiado hábitos respecto a “caminar por los alrededores de su vivienda, pasadas las ocho de la noche”; 50.4% cambió rutinas en cuanto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda” y 37.3% cambió rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”.